Este objetivo forma parte de una idea nacida hace tiempo en la cual intentamos conocer el país con escazos recursos y medios de transporte no habituales. La propuesta en cada viaje es pasar por lugares desconocidos, estar en contacto con pobladores locales y saber qué piensan y cómo viven en un mismo país pero en distintos contextos separados por cientos o miles de kilómetros. Buscamos aprender y adoptar hábitos cotidianos de quienes viven al lado del camino, nuestro camino, que en éste caso será por agua en su mayoría. El kayak nos ha permitido llegar a lugares insólitos, lejos de los circuitos turísticos tradicionales por los que pasan miles de turistas cada año. El viaje tendrá un poco de las dos cosas, por momentos remando en pleno silencio por las aguas del Bermejo y al mes siguiente arribando por el Río Paraná a la popular ciudad de Rosario.
No dejemos de lado la motivación que nos genera el solo hecho de pensar en remar a la par de ballenas, toninas, delfines, lobos marinos, lobitos de río, carpinchos, yacarés y muchos otros habitantes de nuestros diversos ecosistemas. El contacto con la flora y la fauna siempre es gratificante y deja una enseñanza, el respeto por las demás formas de vida.